Como síntesis de innovación en materiales e ingeniería de avanzada, las cintas autoadhesivas reflectivas son un claro ejemplo del colosal desarrollo que la Seguridad Industrial ha alcanzado, fundamentalmente durante los últimos años, con el objetivo de evitar siniestros y salvaguardar vidas.
Concretamente, las cintas autoadhesivas reflectivas son elaboradas con un material de última tecnología que permite al ojo humano percibir la luz en condiciones de baja luminosidad. Esta innovación, conocida propiamente como “retroreflexión”, hace posible que la luz reflejada sea devuelta directamente a su fuente de luz original. Este material aumenta la visibilidad de los objetos cuando existen riesgos en condiciones de poca luminosidad. De este modo, por ejemplo, un vehículo señalizado con este material reflectivo es mucho más visible en horas de la noche.
Las cintas autoadhesivas reflectivas son fabricadas, precisamente, con este material “retroreflectivo” de alto brillo. Se trata de microprismas que, al ser alcanzados por un haz de luz, provocan su reflexión de manera potenciada, devolviéndolo en dirección a su fuente de luz original. Así, las cintas reflectivas, además de ser flexibles, resistentes y fácilmente manipulables, son altamente retroreflectivas. Dentro de cada prisma hay 3 superficies que reflejan la luz perpendicularmente. El rayo de luz incide sobre una de estas superficies y se refleja hasta que es devuelto paralelamente a su dirección de incidencia.
Fabricadas en distintos colores, las cintas reflectivas de microprismas se caracterizan por su aspecto atractivo y su gran facilidad de colocación. Pueden ser cortadas a mano, con el simple uso de tijeras, trincheta o guillotina. Aunque no requieren cuidados especiales, se recomienda su limpieza periódica con trapo húmedo, agua tibia y detergente suave, no abrasivo.
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